El pasado miércoles, 16 de septiembre, producto de una fuerte lluvia en Quito, se ocasionó el desbordamiento de una quebrada en Pomasqui. Personas y vehículos atrapados, locales comerciales llenos de lodo y la vía principal, Manuel Córdova Galarza bloqueada en ambos sentidos fueron los estragos que dejó el aluvión.
El Arq. Joan Proaño, vocero de Constructores Positivos y Gerente de la promotora inmobiliaria Proaño | Proaño, explica que “los procesos de urbanización, relleno y entubamiento de quebradas y deforestación, afectan el cauce normal de las lluvias. Cuando hay un proceso urbano, empezamos a reemplazar la capa vegetal y el sustrato vegetal, con materiales impermeables. Las alcantarillas no soportan este tipo de lluvias y el sistema colapsa. Es por esto que, actualmente, los constructores y urbanistas diseñamos cubiertas verdes y aumentamos áreas comunales con mayor cantidad de vegetación”.
“Existe una responsabilidad compartida como comunidad”, señala Proaño, “no debemos tener asentamientos en lugares irregulares, no botar basura y escombros en las quebradas. El trabajo en conjunto entre Municipio y la comunidad es primordial para prevenir estas situaciones. Por parte del Municipio, se debe realizar limpiezas continuas en las quebradas y educar a la comunidad para evitar acumulación de desechos.
Además, es importante considerar:
- Mantener siempre limpios los canales de agua lluvia, alcantarillas, drenajes y cunetas de la casa.
- Asegúrese que en el patio de su casa no existan elementos que pudieran ser arrastrados hacia los desagües y taponarlos. Retire fundas, plásticos, juguetes o elementos que pudieran tapar los sifones.
- Planificar mingas de limpieza con los vecinos de la cuadra y desarrollar campañas para que la gente no arroje desperdicios a la calle.
- Evitar poner materiales de construcción como piedras, ripio y arena en las veredas y quebradas.
- Llamar a la autoridad pertinente para solicitar limpieza en las quebradas y zonas de gran acumulación de basura.