Cerca de 400 proyectos de construcción, privados y públicos, se han reactivado a nivel nacional, como parte del plan piloto que lleva a cabo el sector.
Hasta el momento los protocolos han funcionado de manera correcta, las construcciones continúan realizando grandes esfuerzos económicos para mantener las seguridades de sus colaboradores.
Pero, a pesar de la activación del sector la falta de agilidad en los trámites genera gastos adicionales y nuevos obstáculos sobre la oferta y demanda de bienes inmuebles. Joan Proaño, vocero del colectivo Constructores Positivos, comenta que “he solicitado a las autoridades centrales la digitalización de trámites como firmas de escrituras de compraventa, transferencias de dominio, registro de la propiedad, entre otras; todo con el fin, de evitar esos cuellos de botella y fluir de mejor manera”.
En este momento, los trámites necesarios en la cadena de construcción y ventas son presenciales, incluso el pago de tasas; lo que genera retraso en los trámites y mucha demora.
Por otro lado, el gremio de Constructores Positivos insiste en reabrir no solo los proyectos de construcción, sino también los proveedores que los alimentan. Es importante, la reactivación de ferreterías pequeñas y comercios minoristas asegura aún más plazas de trabajo que se pueden salvar, antes de que sea demasiado tarde.