En los últimos años, las empresas inmobiliarias han visto la necesidad de preparar propuestas que respondan a las nuevas inquietudes y exigencias de la sociedad en cuanto a temas de sostenibilidad y cuidado del medio ambiente. Si bien es cierto que en Ecuador todavía nos encontramos frente a una construcción tradicional, poco a poco se incrementa la oferta de viviendas verdes, que no sólo son construidas con materiales sostenibles, sino que su propio uso supone un importante aporte al medio ambiente y ahorro de recursos naturales como el agua o la electricidad.
Katarina Zdraljevic, Jefe de la Unidad de Gestión Ambiental de Banco ProCredit, explica que una vivienda verde se concibe desde el proceso de construcción o remodelación de la misma. Debe contar con diseños arquitectónicos que, además de brindar confort a sus habitantes, permitan hacer uso responsable y eficiente de los recursos, no sólo en su etapa de construcción, sino durante su vida útil.
A diferencia de una vivienda convencional, la verde consume menos recursos naturales con lo que se logra reducir el impacto ambiental.
A continuación, la especialista de Banco ProCredit brinda varios datos interesantes para reconocer una vivienda verde y cómo es posible transformar una construcción tradicional en una de este tipo.
1. Características de una vivienda verde
● Generalmente, una vivienda verde se define desde la concepción de su diseño. Para Katarina Zdraljevic esta es una etapa muy importante ya que aquí se consideran medidas como: aprovechamiento de la luz natural, uso de materiales con baja energía incorporada y de bajo impacto ambiental, aislamiento de la vivienda, reducción del consumo de energía y agua, y, sobre todo, el confort térmico en su interior.
● De igual manera, se toman en cuenta otros aspectos que convierten a una vivienda en verde como la iluminación LED, sensores de control con iluminación en áreas exteriores, sistemas eficientes de calefacción y/o refrigeración, ventilación natural, medidores de energía inteligentes y otros insumos que generarán al propietario un beneficio palpable a futuro: ahorro en el consumo de energía a largo plazo.
● La grifería a instalarse juega un papel muy importante en la reducción del consumo de agua de la vivienda. Actualmente existe una amplia gama de grifería para cocina y baños que contemplan un bajo flujo de agua, además de accesorios adicionales como aireadores, mismos que permiten mezclar el agua con partículas de aire que reducen la cantidad de agua, pero otorgan la misma sensación de flujo abundante.
● Otros elementos que contribuyen al ahorro de agua son los inodoros de doble descarga, así como también los sistemas de recolección de aguas lluvias y reciclaje de aguas grises o negras. Éstos últimos son utilizados para descarga de sanitarios y consiguen un importante ahorro de líquido vital.
● Si además de contar con todas estas características, se usa en la construcción materiales endémicos, naturales, libres de tóxicos, se incorporan energías alternativas y áreas verdes, se puede considerar una vivienda además de verde, eco amigable.
2. ¿Cómo convertir una vivienda convencional en una vivienda verde?
● La experta de Banco ProCredit señala que para lograr esta transformación se deben tomar en cuenta posibles remodelaciones en la edificación. Para iniciar, se debe analizar el potencial de la construcción, verificando las condiciones climáticas de la región para así determinar si será necesario o no un sistema de calefacción o refrigeración.
● De igual forma, se deben analizar los materiales con los que ha sido construida la edificación y considerar si se requieren ciertas mejoras en el aislamiento de la vivienda. Adicionalmente, se debería verificar que la grifería instalada es de bajo flujo y, si es necesario, reemplazarla por piezas ahorradoras de agua para evitar el consumo excesivo de este recurso natural. También es importante verificar el estado de las tuberías para evitar las fugas de agua.
● Otro punto importante es el ahorro de energía. En primer lugar, en la etapa de diseño, se debe considerar el aprovechamiento de luz natural y las condiciones climáticas exteriores. Adicionalmente, se puede recurrir a la instalación de luces LED en diferentes espacios del hogar e incluso incorporar sensores de iluminación en áreas exteriores y/o comunes en caso de contar con un mayor presupuesto. Además, los electrodomésticos instalados deberían ser, de preferencia, con alta eficiencia energética. Prácticas habituales como desconectar los aparatos eléctricos que se quedan en situación stand-by como televisores, electrodomésticos y router, ayudarán adicionalmente a la reducción del consumo.
● En la actualidad también existe la posibilidad de acudir a sistemas de energía alternativos como es el caso de la energía solar. La instalación de paneles solares para cubrir parte del consumo eléctrico o colectores solares para agua caliente en la vivienda, aportan en gran medida a reducir la emisión de gases invernadero y también significan un importante ahorro en la planilla de luz.
● Pequeñas acciones como el control y gestión de residuos marcan la diferencia en esa búsqueda hacia viviendas más sostenibles. El reciclaje es una de las formas más efectivas para proteger el medio ambiente. Los residuos que se generan en casa producen un gran impacto ambiental, por ello su correcta clasificación y reciclaje es fundamental para que tengan un adecuado tratamiento que disminuya ese impacto.
● Para realizar estos cambios, no existe un presupuesto promedio, pues dependerá mucho del estado actual de la vivienda y las modificaciones que se requieran hacer en la misma. Se puede necesitar la remodelación total del diseño, o sólo de ciertas partes o instalaciones que requieren medidas de baja inversión como el cambio de grifería, de luminarias, entre otros.
● Cualquiera que sea la necesidad, existen alternativas de financiamiento verde que harán posible optar por una vivienda más sostenible. Banco ProCredit, por ejemplo, cuenta desde el año 2017 con el servicio crediticio “EcoCredit”, destinado a apoyar el financiamiento de tecnologías verdes para el hogar, compra de viviendas verdes y vehículos eléctricos o híbridos. Este crédito cuenta con tasas preferenciales y un plazo máximo de 20 años en caso de vivienda.
3. Certificaciones que avalan una vivienda verde en Ecuador
● Afortunadamente, los títulos que avalan o certifican que una vivienda es verde cada vez van tomando más fuerza en Ecuador. Al momento existen certificaciones internacionales como la LEED, BREAM o EDGE, así como normativas municipales como la Matriz de Eco Eficiencia que otorga el Municipio de Quito.
● Para los propietarios de casas o constructores que desean obtener estas certificaciones, deberán someter a la vivienda a diferentes análisis y auditorías para que la empresa certificadora verifique el cumplimiento de los requisitos solicitados; información de la vivienda, documentación de respaldo, entrega del diseño o remodelación de la construcción, son algunos de los registros que se deberán entregar.
● Banco ProCredit cuenta con especialistas que pueden ayudar a los clientes, que optan por adquirir una vivienda verde, durante el proceso de obtención de la certificación EDGE. Para ello, un experto certificado verifica el potencial de la vivienda en la plataforma de EDGE de tal manera que se comprueba que el cliente cumpla con los parámetros necesarios de ahorro para obtener la certificación. En esta misma plataforma se carga la documentación de respaldo y fotografías de evidencia que provee el cliente y/o arquitecto de la obra. El proyecto se inscribe y a través de un proceso imparcial se asigna un auditor encargado de revisar y constatar la documentación y medidas instaladas.
● El Banco, junto a su socio GCPF, puede ofrecer al cliente un subsidio de hasta el 80% del costo de la certificación. Por ejemplo, para una vivienda unifamiliar la certificación tiene un costo aproximado de $10.000 y con el subsidio que ofrece Banco ProCredit, el cliente debería pagar únicamente $2.000.
● La certificación es un reconocimiento internacional a las buenas prácticas ambientales de la construcción y asegura un porcentaje de ahorro mínimo en agua y energía durante la vida útil de la vivienda lo que se traducirá en reducción de las planillas mensuales de energía eléctrica y agua potable. Además de ser una vivienda confortable para sus habitantes que mejora la calidad de vida en su interior, aprovechando las condiciones climáticas del lugar y reduciendo la necesidad de uso de equipos de HVAC.